“Bienvenido al mundo de los sueños. Este es tu sueño.” Así, nos advierte una mariposa, comienza nuestra travesía junto a Jimmy. En principio sin ningún objetivo más allá de superar los obstáculos planteados en un trayecto simple, pero a medida que avanzamos en este mundo, comenzamos a deducir que no tiene nada que ver con el universo onírico e inocente que se nos planteaba al inicio en esta producción de Jonatan Cactus.
Psychosomnium plantea una estructura minimalista, con plataformas repletas de diferentes trampas que hemos de superar con apenas tres comandos: saltar, caminar hacia delante y caminar hacia atrás, y una música tranquila que se mantiene a medida que avanzamos, creada por Zabutom. El asunto se complica cuando percibimos que este juego, viola en cierto modo las reglas racionales que suelen seguir los de su género: la resolución a estos puzzles mentales conlleva el “sacrificio” del personaje, para que otro continúe su camino. Entre estos personajes encontramos desde seres humanos, hasta abejas. Las conversaciones entre los personajes carecen de sentido, no existe una cohesión entre la totalidad de los individuos, en cierto modo, como desencajan las piezas de un sueño cuando nos paramos a analizarlo.
A punto de acercarnos al desenlace del videojuego, conocemos por fin el objetivo de este gracias al último personaje: matar al mago que habita en el castillo. Finalmente, una vez en el castillo, descubriremos que el propio castillo es el mago, quien, además acaba con la vida de nuestro último personaje.
Esta conclusión, nos reivindica una vez más el carácter onírico de Psychosomnium. Los escenarios son simples, los controles limitados y la música plana, pero todos ellos conjugados recrean ese mundo de los sueños, en el que todo y nada tiene sentido, pero aparentemente, parece real. A nivel estructural podemos establecer infinidad de similitudes entre Psychosomnium y la estructura que conforma un sueño: personajes varios que aparecen y desaparecen, diálogos incongruentes, escenarios cambiantes en aspecto y forma…
En definitiva, Psychosomnium es simple, entretenido y repleto de sorpresas, que a pesar de no tener una trama muy extensa ni coherente en algunos momentos, constituye una idea, y ante todo, plantea un universo bastante interesante.